Cuando me he levantado, en un dia espléndido de Domingo
y bien desayunada, he coogido la chaquetita porque refrescaba
y me he dispuesto a caminar, en el frescor de la mañana
daba gusto pasear, y admirar los patitos en el agua del
parque del Terrall, y los yayicos dándoles de comer.
Y caminando por las calles y parques desiertos todavía
contemplando las viejas casas sus estructuras, que hacen
bello el pueblito, y algunas flores en los balcones, daba gusto
andar, y como tengo que descansar me he sentado en los
peldaños de una escalera contemplando el esplendor de
las flores y su olor, que impregnaba todo a su alrededor.
Ha sido un paseo reconfortante porque vas observando
los pequeños detalles que hacen bello a éste pueblo,
sus gentes, sus costumbres, su dialecto y el cariño
con que te acogen aqui en Borges.
Angela Ucher Soto
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