Esos amaneceres a la orilla del mar
contemplando la belleza del reflejo
de los rayos del sol en el agua
es una sensación mágica.
Siempre que puedo vengo
a embriagarme de esa sensación,
que tienen las olas al chocar
con las rocas en la orillla,
y acariciarme los pies descalzos.
Si observas el vaiven de las olas
parece que te susurren palabras
que tan sólo con observarlas sabes
lo que te quieren decir, tienen magia
te envuelven en su baile danzarin.
Llenándote de paz y tranquilidad el alma.
Angela Ucher Soto
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