Hay esas abuelitas, que con tanto afan
nos enseñaban las labores en el hogar
cuando estaba todo limpio,entonces
nos enseñaba con un madeja de lana
a tejer bien un jersey, o cualquier otra prenda
tambien con un trozo de sábana hacer vainicas
ohhhhh como me acuerdo de esos bellos momentos.
Era una infancia feliz, pues aprendías muchas
cosas, labores, tambien, escuchabas sus cuentos
sus adivinanzas, sus vivencias de cuando era niña
sentad@s a su alrededor y con un trozo
de pan con chocolate, atentamente oías
su explicacion y sus relatos, todos ellos
contados con mucho cariño y bondad,
asi eran las abuelitas de antaño.
Hoy en día todo eso ha cambiado, ahora
todo está más modernizado, pero lamentablemente
hecho de menos, el calor humano, los juegos
y esos cuentos y relatos tan bellos que esos
abuelos te contaban alrededor del brasero.
Angela Ucher Soto
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