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En esta tarde, desapacible de lluvia incansable
miro desde mi ventana, como van cayendo la gotas de agua
resbalando por los cristales de la ventana,
la calle, está totalmente desolada, no se ve a nadie.
Se respira tristeza en el aire, nadie va paseando por la calle
todo está solitario, triste, sólo la lluvia permanece inherte
incansable, sin parar, sus gotas te mojan, y te embarga
una enorme soledad, tristeza en el alma
y poco a poco la noche empieza asomar.
Esa lluvia incansable que no cesa de parar
Angela Ucher Soto
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