Un atardecer en una playa cualquiera
en un recóndito paraje escondido
apartado de todo, a solas contigo
cogidos de la mano paseando por esa orilla
que suavemente nos va mojando con sus olas
nuestros pies descalzos, a la luz de sol que nos deja
reflejándose en el mar, ese mar en calma que
espera paciente la llegada de esa hermosa mujer
que nos ilumina con sus destellos y nos incita al amor
contemplando su auténtica belleza, (la luna)
ella que todo lo ve, que sabe todos los secretos
a la que le cuentan los más intimos sentimientos
y ella nos responde con su luz, y nos ilumina el camino a seguir.
Sentados en la arena contemplamos tanta belleza
la quietud de la noche, el silencio, solo el rumor del mar
su respiracion y ese baile que rompen sus olas en la orilla
es un momento mágico, para los dos, abrazados
y poco a poco dejamos todas nuestras emociones volar
nuestros sentimientos y ese amor a flor de piel,
esos besos robados o no, pero que nuestros labios
se funden en una desbordada pasión y una
profunda locura de amor, en este rincon
rodeado de tanta calma y paz solo con el vaiven del mar.
Angela Ucher Soto
derechos reservados.
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