No me ofende el silencio que he elegido,
me ofende, sí, el silencio que me impones,
porque pretendes aducir razones
que sólo en tu razón han hecho nido.
Razones que no llegan a mi oído
disfrazadas están de presunciones,
más bien prefiero recriminaciones,
que el mutismo carece de sentido.
El silencio es extraño veredicto
que sin juicio o defensa halla un convicto,
dejando irresoluble su problema.
Si has de callar, callemos. Pero evita
esa mirada torva, que me grita
en su mudez con acritud blasfema.
Fco. Alvarez Hidalgo
Precioso tambien lo de hoy -
ResponderEliminarY la foto me encanta ,
Un beso amiga .
Saludos, Ángela. Veo que esto lo tenías ya de antes, ¿no? Entonces estarás ya más que adaptada. Algunos estamos aún en el proceso jeje
ResponderEliminarEspero que hayas tenido un buen día.